La tienda Coruñasia, Asian Food Market, cumple un año agradeciendo a la ciudad de A Coruña la buena acogida de sus productos asiáticos de calidad

Coruñasia, Asian Food Market, cumplió un año el pasado sábado 30 de octubre y Julian Duque, su fundador, quiere agradecer a la ciudad de A Coruña la buena acogida de sus productos de calidad.

Debido a la situación actual, no se llevó a cabo ninguna celebración especial más que una decoración festiva de la tienda y la comunicación en redes sociales. Sin embargo, no faltaban motivos ya que Julian Duque, de origen filipino y afincado en A Coruña desde hace cuatro años, está feliz de los resultados de ventas conseguidos hasta el momento. Tanto que ya valora la posibilidad de abrir en alguna otra ciudad de Galicia. En palabras de Duque, “todavía no es un proyecto, no he pensado en qué ciudad, pero es un objetivo a medio plazo”. Otra de sus aspiraciones es vender de forma online a cualquier lugar de la Península Ibérica a través de la web www.corunasia.com que está en funcionamiento desde hace meses y en donde se encuentran todos los productos de la tienda. Ya en las Navidades del año pasado, envió sus cajas a diferentes puntos del país.

Asian Food Market

Aunque Julian lleva 15 años en España -antes de instalarse en A Coruña vivió en Madrid donde tiene a toda su familia- conoce de primera mano la cultura y la cocina asiática por lo que selecciona los mejores productos fabricados en sus países de origen y que llegan a Europa pasando todos los controles y garantías necesarios para su comercialización. Para él “es importante garantizar la máxima seguridad pero manteniendo los sabores auténticos. Su objetivo principal es que cada compra en Coruñasia se convierta en un viaje a Asia a través del sentido del gusto.

Tras años dedicándose a la hostelería, a través de Coruñasia ha conseguido desarrollar su pasión emprendedora y rendir homenaje a su tierra difundiendo su cultura culinaria. Así, en la tienda no solo se venden productos sueltos sino que también ofrece paquetes preparados para realizar recetas específicas, una opción que tiene mucho éxito como regalo. ya que, además de los ingredientes para realizar el plato, incluye también las indicaciones para hacerlo, algo que ha gustado mucho a la clientela coruñesa.

Entre el público que más frecuenta Coruñasia, hay muchas personas que trabajan para grandes multinacionales, así como tripulantes de origen asiático de embarcaciones que llegan a la ciudad de paso y que “aprovechan para hacer la compra de semanas o meses”. Sin embargo, Julian considera que el tipo de personas que visitan la tienda es muy diverso y que sería difícil establecer un perfil determinado. Afirma que “viene gente de todo tipo y de edades muy diferentes” y que la mayoría de sus clientes “tienen un alto grado de conocimiento de la cocina asiática” algo que no deja de sorprenderle.

Debido a los problemas en el tráfico de mercancías con Asia que ha originado la pandemia, a veces es complicado encontrar los productos que los clientes requieren. Quizá esa ha sido hasta el momento la parte negativa en la corta trayectoria de Coruñasia, ya que “genera bastante impotencia tener que decir a los clientes que no tienes lo que están buscando”. Aún así, Duque está decidido a seguir trabajando y esforzándose para dar el mejor servicio, una estrategia con la que, hasta el momento, ha conseguido buenos resultados.

 

A lo largo de este año, productos como el ramen (Japón), la bebida Mogu Mogu (Tailandia), el Pancit Cantón (Filipinas) o los congelados como gyozas, manuds, baos o rollitos son los más vendidos. Sin embargo, se ha puesto de moda recientemente Corea y algunos productos procedentes de este país han avanzado mucho en el ranking de ventas como, por ejemplo, el kimchi o el soju. La recomendación de la casa es “nuestra salsa de soja 100% de fabricación tradicional que traemos de Indonesia”.

La visita a Coruñasia, en el número 41 de la calle Panaderas en A Coruña, se hace casi obligatoria para cualquier persona amante o simpatizante de la cocina asiática, ya muy popular entre el público en general. Como anécdota, en el establecimiento los productos se encuentran organizados en hileras por países y, como valor cultural añadido, con la bandera y hora de su lugar de origen.