FFoco: La memoria visual del ‘Prestige’ y otras cicatrices en el paisaje gallego, protagonistas de la 6 edición de FFoco

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En los primeros días de noviembre de 2002 el ‘Prestige’ sufrió una vía de agua y se hundió a unos 250 kilómetros de la Costa da Morte, provocando una de las mayores catástrofes medioambientales de la historia de Europa.

Justo 20 años después, el fotógrafo Julián Barón (Valencia, 1978), uno de los grandes renovadores del lenguaje fotográfico de nuestro tiempo, presentará a partir del 4 de noviembre en la sexta edición de FFoco el proyecto O desengano, que fue realizado originariamente al pie de los acontecimientos que rodearon a la crisis del petrolero y que supuso una de las primeras tentativas en la definición de su discurso fotográfico.

Esta exposición, una revisión sin genealogía ni nostalgia en torno a la memoria visual del ‘Prestige’, llegará acompañada del fotolibro del mismo título, editado por Alauda Negra. Un proyecto “viscoso” en definición del propio autor, impreso en tinta blanca sobre papel negro.

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Junto al de Barón, otros trabajos que evidencian las cicatrices provocadas en el paisaje gallego por la explotación de sus recursos naturales centrarán la programación del Festival, que vuelve a tener a la coruñesa Fundación Luis Seoane como sede central. En Zona de Sacrificio la fotógrafa Catara Rego (Lugo, 1996) retrata aquellas áreas geográficas en las que el aprovechamiento del agua, la tierra y el viento han modificado durante décadas el territorio, asumido por la autora como una forma de identidad.

Por su parte, Rosa Veiga (Ourense, 1965) apunta con su cámara a otro desastre medioambiental que, verano tras verano, asola Galicia: los incendios. Desde el fotoperiodismo, en el que todavía impera la mirada masculina, Veiga documenta en Ardo, ardemos algunos de los devastadores fuegos que calcinaron miles de hectáreas de monte gallego este año.

Beatriz García (Madrid, 1979) reflexiona en Lousas sobre la industria de la pizarra en la comarca de Valdeorras, motor de vida en la zona al tiempo que símbolo de contaminación y discrepancia entre los propios vecinos. Y Blas González (Caracas, 1962) sigue en Cadernos da Limia el rastro de una brecha que todavía sangra en el paisaje de esta comarca ourensana y en la memoria de sus habitantes: la desecación en los años 60 de la laguna de Antela, humedal de alto valor ecológica y natural.

Otro tipo de cicatrices, en este caso personales, son las que aborda en su trabajo Laure Mojo (Santiago de Compostela, 1985). Así, la fotógrafa compostelana, en constante conexión con sus orígenes, deja al descubierto sus propias heridas en Autoconstrucción, un trabajo sobre el proceso que llevó a su padre a experimentar un cambio drástico, físico y mental.

En paralelo, Marius Scarlat (Rumanía, 1993) refleja en Donde los perros no ladran el mundo propio construido por su abuela Vasilica y su tío Gigi, que se refugia en el alcohol, en una historia ambientada en un pueblo de Rumanía, pero que por estética, y pese a las distancias, evoca en todo momento a Galicia.

Completan este apartado Bernardo Villanueva (Castrelo de Miño, 1970) y Tono Arias (Allariz, 1965). El primero con Grandes éxitos, una selección de su creación fotográfica de los últimos años: imágenes casi siempre en color y con técnica analógica y en cuyo fondo permanece la ciudad de A Coruña como escenario; mientras que Arias ahonda en Raza en la realidad social del rural gallego, para reflexionar sobre otros conceptos más universales, como la relación del ser humano con la naturaleza, la soledad del individuo, el amor y la muerte, el territorio y su transformación.

Por otra parte, desde el año 2020 FFoco estrecha lazos con la mejor creación fotográfica latinoamericana. En esta edición estará presente el colectivo El Grupo, que emplea la fotografía documental y el humor negro como herramienta política, cuestionando la realidad social venezolana; y el fotógrafo argentino Tito Caula, quien realizó durante toda su vida una vasta acción fotográfica: paisajes, personajes y acontecimientos que lo alejan del ‘modus operandi’ de la fotografía de estudio, en la que también trabajó, para acercarlo a posiciones propiamente autorales.

En cuanto a las actividades, el Festival propone un debate en torno al poder de los medios de comunicación en su relación con la imagen. Para ello, se proyectará el trabajo Xeración Perdida, de Adra Pallón (Lugo), que recoge los años de convivencia entre el autor y vecinos de su localidad natal en riesgo de exclusión social. Esta propuesta llegará acompañada del documental Imaxe sen distancia, firmado por Paula Quiroga (Lugo, 1996), sobre el proceso de trabajo del propio Pallón.

Además, el colectivo fotográfico multidisciplinar Ollo Photo, de reciente creación, realizará una presentación comentada de su trabajo, centrado en la creación, divulgación y difusión de historias relevantes para la sociedad. Ollo está formado por los fotoperiodistas, documentalistas, videógrafos, gestores culturales y creadores visuales gallegos Vanessa Casteleiro, Óscar Corral, Sabela Eiriz, Sara García, Brais Lorenzo, Daniel Núñez, Adra Pallón, Agostiño Iglesias, Paula Quiroga y Óscar Pinal.

También en la Fundación Seoane se celebrará el sábado 5 de noviembre una de las propuestas más emblemáticas del Festival: una feria editorial que reúne a los principales sellos especializados en fotografía, entre ellos, Alauda Negra, AmordeMadre, Bartlebooth, Colectivo Juan Nadie, Dispara, Estraperlo, La Cueva, La Mosca, Llamp, Papel de Calzoncillo y SOLAR.

Finalmente, a modo de cierre, se presentará el fotolibro Origen o cuando la marea baja, de Ana Paes (A Guarda, 1982), ganadora de la primera edición del Premio Editorial de Fotografía Documental Galega, impulsado por FFoco en colaboración con Fabulatorio. Origen es una obra compleja, con una profunda capacidad lírica, que es capaz de reunir y articular, en un mismo discurso narrativo, una historia sobre el viaje y las búsquedas interiores que hacemos en el tránsito: un relato sobre las complicidades familiares y, por último, una indagación sobre la memoria, sobre sus distorsiones y sus reflejos en el presente.

Desde su creación en 2017, FFoco se ha convertido en el escaparate de referencia en el que descubrir y conocer el estado actual de la fotografía documental y contemporánea gallega. El Festival es una iniciativa de la Asociación Acolá y es posible gracias al apoyo del Ayuntamiento, la Diputación de A Coruña y de la Fundación Luis Seoane.