Tormenta en Coruña: más de 200 rayos iluminan la noche y despiertan a los vecinos

Tormenta en Coruña

La ciudad de A Coruña vivió anoche una de las tormentas más espectaculares de los últimos años. Más de 200 rayos cayeron sobre el mar y la tierra, provocando un gran estruendo que se escuchó en toda la comarca. Muchos vecinos se despertaron sobresaltados y compartieron en las redes sociales imágenes y vídeos de la impresionante descarga eléctrica.

Tormenta en Coruña

¿Qué causó la tormenta en Coruña?

Según Meteogalicia, la tormenta se debió a la entrada de una masa de aire frío en altura que chocó con el aire cálido y húmedo que había sobre la costa. Este contraste térmico generó una gran inestabilidad atmosférica y favoreció el desarrollo de nubes de gran desarrollo vertical, llamadas cumulonimbos, que son las responsables de las tormentas.

¿Qué efectos tuvo la tormenta en Coruña?

La tormenta no solo fue un espectáculo visual, sino que también causó algunos problemas e incidencias en la ciudad y sus alrededores. La lluvia fue muy intensa y provocó inundaciones en algunas calles, garajes y locales comerciales. Además, hubo cortes de luz puntuales y el techo de un supermercado se derrumbó parcialmente por el peso del agua. Afortunadamente, no hubo que lamentar heridos ni daños personales graves.

Tormenta en Coruña

¿Cómo se prevén las tormentas en Coruña?

Para prevenir y alertar sobre las posibles tormentas en Coruña, Meteogalicia cuenta con una red de detección de rayos que registra el número, la hora y la localización de las descargas eléctricas que se producen en Galicia. Esta información se puede consultar en su página web o a través de sus servicios RSS y JSON. Además, Meteogalicia ofrece predicciones meteorológicas a corto y medio plazo, así como avisos por fenómenos adversos como lluvias intensas, viento fuerte o granizo.

¿Qué hacer ante una tormenta en Coruña?

Ante una tormenta en Coruña, lo más recomendable es seguir las indicaciones de las autoridades y los servicios de emergencia, así como tomar algunas precauciones básicas para evitar riesgos innecesarios. Algunas de estas medidas son:

  • Evitar salir a la calle o al campo si no es necesario.
  • Buscar refugio en un lugar cerrado y alejado de ventanas, puertas metálicas o antenas.
  • Desconectar los aparatos eléctricos y electrónicos para evitar sobretensiones o daños por los rayos.
  • No usar el teléfono fijo ni el móvil durante la tormenta, salvo para comunicar una emergencia.
  • No permanecer bajo árboles, postes o estructuras metálicas que puedan atraer los rayos.
  • No bañarse ni acercarse al mar o a ríos durante la tormenta, ya que el agua es un buen conductor de la electricidad.

Conclusión

La tormenta que anoche sacudió A Coruña fue un fenómeno meteorológico extraordinario que dejó imágenes impactantes y algunas incidencias. Se trató de una situación puntual provocada por el choque de masas de aire con diferente temperatura y humedad. Para estar informados y prevenidos ante estas situaciones, es conveniente consultar las fuentes oficiales como Meteogalicia, que dispone de una red de detección de rayos y ofrece predicciones y avisos meteorológicos. Asimismo, es importante seguir unas pautas de seguridad para evitar riesgos personales y materiales durante las tormentas.

 

La peor tormenta de la historia de A Coruña

A Coruña es una ciudad acostumbrada a las lluvias y las tormentas, pero hay una que se recuerda como la más devastadora de su historia. Fue el 23 de octubre de 1987, cuando una borrasca excepcional descargó sobre la ciudad más de 200 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas, provocando graves inundaciones, deslizamientos de tierra y daños materiales.

¿Qué causó la peor tormenta de A Coruña?

La peor tormenta de A Coruña se debió a la conjunción de varios factores meteorológicos y geográficos. Por un lado, una borrasca muy profunda y activa se situó al oeste de Galicia, generando una fuerte entrada de viento del sur cargado de humedad. Por otro lado, una masa de aire frío en altura se desplazó desde el norte, creando un fuerte contraste térmico que favoreció la formación de nubes muy desarrolladas verticalmente. Además, la orografía de la zona hizo que el viento chocara contra las montañas y se viera obligado a ascender, lo que aumentó la condensación y la precipitación.